En un evento que reunió a representantes del sector financiero panameño, la Superintendencia de Bancos de Panamá (SBP), la Asociación Bancaria de Panamá (ABP) y expertos internacionales del Grupo Banco Interamericano de Desarrollo (BID) presentaron la actualización de las Guías de Integridad para el sector bancario, una herramienta clave para consolidar la confianza y la transparencia en el sistema financiero del país.
Esta actualización es el resultado de un proceso participativo iniciado en 2022, en el que intervinieron reguladores, bancos y especialistas técnicos, con el apoyo del Grupo BID y la ABP. El objetivo principal: fortalecer el marco de integridad del sistema bancario panameño, incorporando las mejores prácticas internacionales y adaptándolas a las particularidades locales.
Durante el evento, se destacó la realización en 2024 de una encuesta dirigida a las 54 entidades bancarias del país, de las cuales 51 respondieron. Esta alta tasa de participación evidenció el fuerte compromiso del sector con la mejora continua en temas de ética y cumplimiento, y fue esencial para orientar los ajustes incorporados en las nuevas Guías.
Como parte del proceso de implementación, se organizaron sesiones de trabajo con oficiales de cumplimiento y equipos comerciales, espacios en los que se discutieron los cambios introducidos y se brindó orientación práctica sobre su aplicación.
Las nuevas Guías están dirigidas a bancos con licencia general e internacional, así como a otras instituciones financieras que operan en el país. Su objetivo es servir como referencia para reforzar los programas de integridad, gobierno corporativo y cumplimiento anticorrupción, en línea con los estándares internacionales más exigentes.
“El proyecto no es solo técnico, es profundamente estratégico. Busca consolidar un marco de integridad que fortalezca la confianza, que es el verdadero motor del desarrollo. Sin integridad no hay confianza, y sin confianza no hay desarrollo”, afirmó el Superintendente de Bancos, Milton Ayón Wong.
Esta iniciativa representa un modelo exitoso de cooperación entre el sector público y privado, y reafirma el compromiso de Panamá, como una de las plazas financieras más relevantes de la región, con los principios de integridad, transparencia y buena gobernanza.
